En ocasiones notamos que el clima laboral en las empresas se pone tenso y negativo. Se evidencian enfrentamientos frecuentes y las guerras de ego parecen estar a la orden del día, a pesar de que el norte es el bienestar de los colaboradores dentro de las empresas.
Nos referimos a comportamientos como los que se manifiestan con el denominado síndrome del SAPO, el cual puede tener un impacto negativo en las dinámicas y metas de crecimiento de la empresa.
El Síndrome del SAPO, es una combinación de cuatro patrones negativos: Soberbia, Arrogancia, Prepotencia y Obstinación.
Soberbia
“Si tuviera que reconocer mis fallas lo haría, siempre y cuando las tuviera”, este tipo de respuestas se relacionan con el colaborador que generalmente suele creer que siempre tiene la razón, por lo cual le resulta imposible admitir errores y ofrecer disculpas.
La soberbia es un enojo desmesurado que deriva en orgullo.
Arrogancia
Este comportamiento se destaca por mostrar una actitud en la que suele menospreciar la labor de los demás, debido a que pueden tener un ego elevado y sentirse superiores al resto del equipo.
Una constante actitud de este tipo puede provocar división entre el equipo, ya que los demás colaboradores difícilmente sentirán confianza de acercarse a entablar un diálogo.
La arrogancia es una disposición altiva que parte de la creencia de que se es superior a los demás, más capaz, más inteligente y por lo tanto merecedor (a) de un trato especial, de reverencia o pleitesía. El arrogante desmerece las acciones y logros ajenos los cuales descalifica o in visibiliza de modo recurrente.
Prepotencia
Se manifiesta cuando un colaborador presume constantemente su poder y trata de sacar ventaja de alguna forma, afectando a todos los integrantes del equipo. Podría decirse que este comportamiento conlleva hacia una actitud arrogante.
La prepotencia lleva a presumir del poder del que se dispone y a cometer acciones arbitrarias no consultadas ni consensuadas, lo que puede alterar el normal funcionamiento de la organización, que debe basarse en reglas, roles, procesos y jerarquías.
Obstinación
Este aspecto se relaciona con un cúmulo de las tres actitudes antes
mencionadas, ya que la obstinación es el fiel reflejo de alguien inflexible, la terquedad, la negación a un razonamiento lógico, a la ausencia de formas de pensamiento crítico que puedan conducir a decisiones más razonables y adecuadas a las condiciones del entorno.
El Síndrome del SAPO es una bomba de tiempo que daña el buen funcionamiento de las empresas por efecto de la personalización de las labores y de una ausencia evidente de sensatez y de las necesarias habilidades emocionales.
Acciones para erradicarlo
1. Fomentar la creatividad, iniciativa y el trabajo en equipo.
2. Implementar planes de cuidado del ambiente laboral, donde se involucren todos los colaboradores.
3. Mantener capacitaciones constantes en gestión estratégica de talentos como comunicación asertiva y escucha efectiva.
4. Cuidar de la salud mental de los colaboradores de la mano de expertos.
5. Comunicación abierta: Fomentar una cultura de una buena comunicación abierta y transparente es fundamental para abordar esta situación. Los empleados deben sentirse seguros al expresar sus preocupaciones y solicitar ayuda cuando se sientan abrumados por una carga de trabajo excesiva.
6. Priorización y gestión del tiempo: Ayudar a los
empleados a establecer prioridades claras y a gestionar su tiempo de
manera efectiva es esencial para evitar la acumulación de proyectos
olvidados. Proporcionar herramientas y técnicas de gestión del tiempo,
como la planificación diaria o el uso de listas de tareas en su app
móvil de recursos humanos, puede ayudar a los empleados a organizar su
trabajo de manera más eficiente y a evitar la estar abrumados todo el tiempo.
Fuente:
Investigación del Editor
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