Trabajar,
hace referencia a un compromiso de responsabilidad y eficiencia para
que las cosas funcionen como debe ser y si bien todo trabajo implica los
conceptos anteriores, no quiere decir que cumplir con los mismos sea
tarea sencilla. Por el contrario, esto se logra solo en base a
experiencia y constancia.
Mientras vamos marcando nuestra trayectoria laboral, no podemos evitar que se nos presenten situaciones y obligaciones que pueden alterar el trabajo y provocarnos gran estrés, sin embargo estas ocurrencias solo nos ponen a prueba una vez más, prueba que debemos superar con éxito si deseamos triunfar en nuestra carrera.
Ocurre que en ocasiones algunos planes personales que tenemos se suspenden por algún situación de última hora que se interpreta en trabajar horas adicionales y bajo una tensa presión ya que se deben presentar soluciones a la brevedad y que la mente ‘maquine’ como remediar el asunto en poco tiempo no sólo es un reto, sino una gran responsabilidad, según el coach brasileño Paulo Roberto de Souza, “mientras más es la presión, mayor es la posibilidad de tomar una decisión errada”.
Así que es
preferible aprender a encarar estos inconvenientes y cambios
inesperados a último minuto, ya que la gran mayoría de empresas trabajan a un ritmo apresurado y con tiempos recortados.
Lo más importante según este experto, es aprender a tomar calma en medio de la desesperación que se presenta en el momento.
Hay algunas recomendaciones que se pueden seguir, para facilitar la solución a estos problemas imprevistos:
· Si
hemos invertido demasiado tiempo y concentración respirar profundo
ayudará a oxigenar la mente, hacer una pausa, tomarnos un té o un café,
comernos una fruta, salir de la oficina y desconectarnos por unos 15
minutos nos permitirá pensar con mayor claridad y así evitar que la toma
de decisiones origine luego una situación más grande. En esos momentos, hay aumento de la adrenalina en el organismo, lo que garantiza respuestas físicas rápidas, pero sin un análisis claro.
· Si
el problema surge a última hora de la jornada laboral, si es posible
que la solución se demore hasta el día siguiente, lo mejor es
consultarlo con la almohada. Al día siguiente, con la cabeza “fresca”
será mucho más sencillo y rápido resolver el inconveniente.
· Es
importante sentarse a examinar la raíz del problema, en especial,
cuando ya se ha repetido varias veces estos repentinos inconvenientes.
· Si nos han pedido algún tipo de trabajo lo más rápido posible, lo mejor no es “lanzarnos de cabeza” a resolverlo, por
el contrario, tomarnos un pequeño tiempo para tomar contacto con el
material, releerlo y pensar como nos enfocaremos. Es más productivo
planificarlo con calma, antes de tener que repetirlo varias veces porqué
no se tiene bien en claro cómo abordarlo
Algunas
veces encontrar la solución a alguna situación, es más difícil de lo
que deseamos y la tarea se torna complicada, y esto nos puede provocar
el ponernos nerviosos, lo cual dificulta mas pensar con claridad, es
allí el momento justo de
pararnos, relajarnos, comenzar desde cero y por partes. Por ejemplo,
plantearnos las siguientes preguntas: ¿Cuál es el problema? ¿Cuáles
pueden ser las posibles causas del problema? De acuerdo a cada causa,
¿Cómo podemos solucionar cada una de ellas? ¿Cuál puede ser la solución
más efectiva?, etc... Tras reconocer el problema, es momento de actuar.
Así que podemos realizar una lista sobre qué aspectos tienen prioridad y
deben priorizarse.
Debemos tomar en cuenta que las
reuniones periódicas y su seguimiento son importantes dentro de una
empresa. No debemos esperar que el fuego comience para después apagarlo,
es necesario evitar y prevenir que el incendio comience”. Es de
destacar que las reuniones para ser efectivas deben ser reguladas en su
tiempo no más de dos horas, los asistentes deben ser directos y
enfocarse a los planteamientos y no tomarse más del tiempo que requiere de acuerdo al número de participantes.
Recordemos que la premisa es dar solución a lo controlable y no acaparar todos los sectores. En el caso de aquella persona que
crea que la situación se sale de las manos, debe buscar ayuda con el
especialista en el área donde debe ‘apaciguarse el fuego” en reuniones
fuera de la reunión central.
La clave para solucionar una situación de trabajo consiste es mantener la calma, saber que todos los problemas tienen solución y no dejarnos manejar por los nervios y por la situación.
Fabula
Un
hábil gato hacía tal matanza de ratones, que apenas veía uno, era cena
servida. Los pocos que quedaban, sin valor para salir de su agujero, se
conformaban con su hambre. Para ellos, ese no era un gato, era un diablo
carnicero. Una noche en que el gato partió a los tejados en busca de su
amor, los ratones hicieron una junta sobre su problema más urgente.
Desde
el principio, el ratón más anciano, sabio y prudente, sostuvo que de
alguna manera, tarde o temprano, había que idear un medio de modo que
siempre avisara la presencia
del gato y pudieran ellos esconderse a tiempo. Efectivamente, ese era
el remedio y no había otro. Todos fueron de la misma opinión, y nada les
pareció más indicado.
Uno
de los asistentes propuso ponerle un cascabel al cuello del gato, lo
que les entusiasmó muchísimo y decían sería una excelente solución.Sólo
se presentó una dificultad: quién le ponía el cascabel al gato.
-- ¡Yo no, no soy tonto, no voy!
-- ¡Ah, yo no sé cómo hacerlo!
En fin, terminó la reunión sin adoptar ningún acuerdo.
Nunca busques soluciones imposibles de realizar.
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